Todo
era más fácil cuando escribía historias y reflejaba en cada una de ellas un
rayo de esperanza. Cada letra está en mi mente y no deja de dar vueltas. Lo difícil que se ha convertido expresar mis
sentimientos porque lo único que se me antoja escribir es que hoy en la mañana
desayune un jugo de piña sin azúcar.
Ahora
soy tan agria como aquel jugo de piña.
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