Ella
trata de escribir como lo hacía dos años atrás. Trata de
relajarse escuchando música pero las lagrimas brotan y no dejan de brotar. Se
repite sin parar “Todo es fuerza de voluntad” porque cree que todo lo puede
controlar, sin embargo, su mente le juega una mala pasada. Su mundo se vuelve
gris. Ella dice que su color favorito es el negro pero cuando la oscuridad quiere
apoderarse de su corazón; ella huye, y no por mucho tiempo.
Ella
no tiene un lado siniestro. Aparentemente carece del sentido de la moda. Se
siente como un bicho raro cuando trata de sociabilizar. No es ella. Odia a sus “amigas”.
Odia la ropa bonita porque no puede lucirla. Odia no tener un corte bonito. Odia no ser ella misma. Aun no puede
diagnosticar su enfermedad o problema. Solo sabe que ya no puede más, pero
tampoco se da por vencida.